viernes, 18 de septiembre de 2009

CAMINO DE SANTIAGO 2009

Por fin. Después de muchos preparativos y mil opciones para encontrar la manera de ir hasta Leon, siete valientes ciclistas (de montaña) un Seat Alambra (gracias al dueño) y el super remolque de Carlos, fue la logística para realizar nuestro particular Camino de Santiago.

Nuestro punto de partida: Leon.Nos esperaban 305 kilómetros, la Cruz de Ferro, O Cebreiro, Monte do Gozo...
La primera etapa desde León hasta Molinaseca, 95 kilómetros. La cosa comienza suave, la salida entre coches y carretera afea el principio de la aventura. Pero a medida que dejamos la gran urbe el camino se va dejando ver. El primer punto que llama nuestra atención es el puente de Hospital de Órbigo. Que pasada.
Continuamos la ruta hasta Astorga, primera parada para reponer fuerzas donde damos cuenta del hornazo que lleva Carlos. Eso sí es alimetación sana Ahora toca seguir hasta Rabanal del Camino donde reponermos líquidos antes de enfrentarnos al plato fuerte del día: LA CRUZ DE FERRO. Con alguna dificultad llegamos arriba pero vemos que otros también lo hacen, y además en silla de ruedas, por lo que nuestro esfuerzo se queda en una minucia frente al gran logro de esta persona. En nuestro primer tramo de descenso pasamos por el peculiar sitio de Manjarín, donde tambien reponemos líquidos y hacemos la foto de rigor. Una vez superado este punto acomotemos la última subida del día hasta Cruz y desde ahí felizmente nos dejamos caer "POR FIN", hasta MOLINASECA. La segunda etapa comienza con la mirada puesta en la subida a O Cebrerio. El primer punto de visita nos lleva a Ponferrada, y su castillo Templario.Después se continua hasta Cacabelos, Villafranca y Vega de Valcarce, donde hacemos de tripas corazón y emprendemos el ascenso hasta O Cebreiro. Nos esperan 7 kilómetros de camino, calor, sed y penurias y todo cuesta arriba. En más de una ocasión ponemos pie a tierra y observamos como los peregrinos nos adelantan. Una escena que se repetirá a lo largo de la subida, pues en muchos tramos el camino es impracticable aún para nosotros, que somos unos tíos duros. En La Faba reponemos líquidos y aprovechamos para sellar nuestra credencial y coger fuerzas para emprender el último tramo de ascenso, hasta que por fin llegamos. O CEBREIRO.
A partir de aquí y que nadie se engañe, todavía queda subir hasta el Alto do Poio, aunque alguno se aventuró a bajar el sillín pensando que venía la bajada. Después de sufrimientos varios nos disponemos a bajar hasta Triacastela, punto final de nuestra etapa de hoy.
El domingo comienza con una de las partes más bonitas del camino, senderos encajonados y caminos que nos ofrecen las mejores vista de lo que es el camino a su paso por tierras gallegas. Pasamos Sarria y llegamos hasta Portomarín. Comienza a verse la gran afluencia de peregrinos a esta altura del camino. En Portomarín uno de nuestros componentes sufre una aparatosa caida a una zarcera que lo deja hecho un "Ecce Homo", aunque enseguida es liberado de la multidud de "pinchos" incrustados en su cara. Reponemos fuerzas y emprendemos camino a Ventas de Narón, 13 kilómetros que nos parecen 100, bajo un sol de justicia y con "hambre y sed".Conseguimos llegar a Ventas donde nos espera un superbocata y una buena jarrita de cerveza.Todavía nos quedan 26 km. hasta Melide, y a las 4 de la tarde no apetece mucho pedalear, pero no queda otro remedio que apretar calas y darle al pedal. Pasamos Palas de Rei y antes de llegar a Melide nos espera la sorpresa del camino. Nuestro buen amigo y mejor ciclista José "chispas" nos aguarda en una bajada, y de improvisto nos para en el camino, para ofrecernos un buen vino Ribeiro bien fresco, todo un majar a esta altura de la etapa. !QUE TÍO MÁS GRANDE ESTE JOSÉ!. Después de este avituallamiento llegamos a Melide, punto final de la etapa de hoy, y donde compartimos cena con José y su familia.
La última etapa del Camino, y más corta, nos hace olvidar todos los sufrimientos vividos y nos da fuerzas para emprender los 50 kms que nos quedan hasta Santiago. Una ruta con muchos "sube y baja" que van limando las escasas fuerzas que nos quedan, aunque Carlos parece estar como si no hubiera pedaleado ningún día.A media mañana nos acercamos hasta la meta, y alcanzamos el MONTE DO GOZO, donde efectivamente parece que gozas por la gesta conseguida.Apenas dejándonos caer y embargados por la alegría llegamos a las puertas de Santiago, donde hacemos la entrada triunfal en la Plaza del Obradoiro bajo las notas de una gaitera que nos inunda con su música. OBJETIVO CONSEGUIDO. SOMOS UNOS ARTISTAS. Y para que quede costancia sellamos nuestras credenciales y obtenemos la deseada Compostela.Esa tarde descansamos y el martes empendemos el viaje de regreso con nuestras mochilas cargadas de experiencias, vivencias y grandes momentos, y por su puesto con las piernas algo tocas por los kilómetros recorridos. ENHORABUENA A TODOS.

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