En mi voluntad de mantener vivo este blog, con el esfuerzo que ello me supone, me veo obligado a copiar este texto que más o menos fue lo que nos dijo el padre Angel en esta peculiar vendición.
No se anduvo con remilgos, en el trayecto que recorre entre la sacristía y el altar para oficiar la misa de doce, hizo un paréntesis y nos dedico un ratito.
Salio a la calle de la mano de Chuchi y dirigiéndose a las bicicletas con su habito Dominico, y ese corazón tan grande que tiene, nos arreglo el día en menos de cinco minutos, no sé como agradecer este gesto.
Mas o menos dijo esto:
La práctica del deporte, como en este caso la bici, produce una satisfacción especial disfrutando de la naturaleza, del viento, del calor, del frío y de cualquier otra inclemencia favorable o desfavorable, es igual. El cuerpo se siente más fuerte, más ágil, más seguro de sí mismo y satisfecho de haber superado la dificultad.
Además de tonificar el cuerpo y el espíritu, fortalece enormemente la voluntad, que sin duda, es una de las facultades más importantes del hombre, tan devilitada, sobre todo por la comodidad y el aburguesa miento de la vida en estos tiempos que vivimos. ¡Cuanto cuesta,! ¿verdad?, ponerse las zapatillas y correr todos los días, tanto si tienes ganas como si no, ahí está el verdadero valor.
Las personas que aman el deporte y el esfuerzo que conlleva su práctica diaria, aman también a las personas que lo promueven.